Según la RAE, una acepción de complejo es el conjunto de ideas, emociones y tendencias generalmente reprimidas y asociadas a experiencias del sujeto, que perturban su comportamiento.
Respecto a los audífonos es algo que cada vez se da menos, pero los audioprotesistas seguimos viéndolo. De hecho, ofrecemos soluciones auditivas de reducido tamaño para quienes no consiguen superar este temor, siempre que sean adecuadas para resolver su déficit auditivo.
El peligro de la publicidad enfocada en la estética:
Aunque hay audífonos muy discretos, la publicidad debe estar orientada fundamentalmente en la mejora de la calidad de vida. Cuando esto no se da, se potencian temores infundados que reprimen el uso de una prótesis vista y en muchos casos, necesaria. Por tanto, hay que evitar reintroducir un complejo social cuando estamos a punto de vencerlo.
¿Qué debemos hacer cuando la estética preocupa más que la audición?
Ante todo debe primar la libertad de la persona, por ello, nunca debemos coaccionar. La clave está en hacer un pequeño ejercicio de psicología transformando los temores en armas de refuerzo anímico, buscando un cambio de mentalidad; debemos mejorar la autoestima del paciente. Para ello podemos usar frases como las siguientes:
– «El audífono no se ve, lo que se ve es que puede participar en las conversaciones».
– «Muchas personas utilizan audífonos, están bien vistos por la sociedad».
– «Verá qué bien se oye, los audífonos son la solución. Su familia y amigos lo ven bien».
– «Sus amig@s le van a ver bien y les va a escuchar mejor».
Con todo, es importante el acompañamiento de un familiar en actitud positiva y permitir al cliente probarlos sin compromiso; y algo muy importante, que durante las pruebas se sienta querido y acompañado en todo momento por los profesionales.
Aporte una idea o frase para un hipoacúsico al que le importa mucho la estética.
